La disposición de las letras de los teclados se remonta a las primeras máquinas de escribir por pulsaciones y su razón no es del todo clara.
En general se acepta que la separación y orden aleatorio de las letras obedece a la necesidad de evitar que las varillas de metal que sujetaba cada letra, se enredaran y bloquearan al golpear sobre la cinta. Pero tal explicación no basta: la disposición de la segunda línea casi es alfabetica. Y como curiosidad, la línea superior contiene todas las letras de la palabra typewriter, es decir, «máquina de escribir” en inglés. Este orden se ha criticado por razones ergonómicas; aunque la mayoría de las personas somos diestras, la distribución del teclado exige que sea la mano izquierda la que efectúe el 56% del trabajo.
Además, la destreza de los dedos no se relaciona con el uso de las letras; por ejemplo, los dos dedos más fuertes de la mano derecha -el índice y el medio- se emplean para dos de las letras menos frecuentes, la J y la K.
Se han propuesto nuevos teclados basados en datos estadísticos sobre el empleo de las letras. Sin embargo, lo difícil que sería imponerlos ha hecho que el clásico QWERTY se mantenga vigente.